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apocrypha73Yo debería estar ahora mismo escribiendo un fic y no desvariando aquí. Lo que pasa es que la inspiración sólo llega cuando a ella le da la gana, y de momento no le da la gana. Podría irme al tumblr un rato, pero no me apetece (gasp!).
Pero es que llevo desde mitad de semana carcajeándome para mis adentros con el capítulo de Arrow, y tengo que sacarlo fuera de una vez porque el nivel de wtf de esta serie es muy grande. Sí, la estoy viendo otra vez. No, no sé por qué. Bueno, sí se por qué, por los secundarios. Porque Diggle me tiene secuestrado el corazón, y por John Barrowman, y porque esporádicamente traen a gente como Ben Browder y Seth Gabel, y porque me han prometido que Manu Bennet va a estar ahí en algún momento.
¿Cómo es de triste que esté siguiendo una serie sólo por sus secundarios y sus estrellas invitadas?
Señores guionistas de Arrow, sé que esto os va a suponer toda una revelación, y de verdad que lamento ser yo quien os cause este terrible desengaño, pero debo decirlo:
No hay espectrómetros de masas en las oficinas de contabilidad de una empresa.
*Pausa para las exclamaciones de asombro*.
Lo sé, lo sé, es un shock. Así es la vida. Tenemos ordenadores, calculadoras, fotocopiadora, fax y, en algunos casos, un escáner, si la empresa es muy molona. Pero espectrómetros de masas no, ya los quitaron del catálogo de Ofiservice. Así que, a menos que la "bebida energética" de Oliver se pueda analizar mojando con ella un post-it para ver de qué color se pone, va a ser mejor que se la dé a un químico. Como sugerencia.
A ver si nos entendemos: Felicity es contable. Con-ta-ble. Muy nerd y muy lista, sí, pero contable. (Edito: tomo nota de que Felicity es del departamento de IT, no contable. Gracias por la aclaración. Mi error se debió a que, en un capítulo, Walter le encargó a Felicity que investigara un descuadre contable, lo cual es otro fail igual de grande, porque si es informática no tiene por qué entender de contabilidad). El hecho de que sepa hackear ordenadores no implica que tenga que ser capaz de rastrear la procedencia del agua de una muestra de líquido, ¿vale? Ya, ya lo sé, estáis descolocados ahora mismo. Vuestro personaje-comodín tiene limitaciones, ¡oh, no! ¡Habrá que estrujarse los sesos pensando en una manera coherente de que Oliver averigüe las cosas! Comprendo vuestro dolor. *Les da unas palmaditas cariñosas en el dorso de la mano*. La vida del escritor es muy dura.
Y esto me recuerda... Mira, Oliver, guapetón: le estás entregando a la criatura unas jeringuillas cargadas con una sustancia ilegal y potencialmente mortal. ¡No le digas que es una bebida energética, pedazo de cabrón! ¡Dile que el mejunje es peligroso, que se ponga guantes o algo! ¡Por lo menos dile que si se pincha con la aguja, lo de la Bella Durmiente va a parecer un chiste comparado con lo suyo! (Si os imagináis este párrafo en la voz de Goyo Jiménez tiene más gracia).
Ahora es cuando me vais a matar a pedradas, porque sé que casi todas vosotras shipeáis a Oliver y a Felicity. No lo neguéis, que os he visto fangirleando por twitter. No me quiero meter con las OTPs de nadie, pero es que los procesos mentales de Felicity son flipantes, en serio:
"Tengo en mi poder un documento que creo que le ha costado la vida a mi jefe, y sospecho que su mujer está implicada de algún modo. ¿A quién se lo cuento? ¡Al hijo de esa misma mujer! ¡Claro que sí! ¡Tiene todo el sentido del mundo!"
Me imagino a la parte racional y no hormonada de Felicity intentando hacerse oír por algún lado, gritando "¿Estás segura de que eso es lo más prudente? Mira que no conoces de nada a ese tío, aparte del hecho de que aparece de vez en cuando para pedirte favores rarísimos y luego, si te he visto no me acuerdo. ¿Y si él también está metido en el ajo?". Y el resto de su cerebro en plan "¡Shut up, es demasiado guapo para ser malo!"
Me apuesto algo a que, cuando Felicity iba al instituto, era la típica empollona tímida a la que el capitán del equipo de fútbol se camelaba para que le hiciera los trabajos de clase. Miradla ahora con Oliver, repitiendo más o menos el mismo patrón, pobrecita mía.
Felicity, eres adorable y muy mona, pero por favor espabila de una vez. Que mi feminista interior está a punto de saltarte al cuello para despertar a tu autoestima a bofetadas.
Ojo, que conste que yo también estoy dispuesta a shipear lo que haga falta shipear si Oliver empieza a tratar a esa chica con más respeto. Pero de momento, me rechinan los dientes cada vez que os veo así de emocionadas con sus escenas juntos. Ni Crepúsculo ni 50 sombras, esto es peor porque os tiene atrapadas a vosotras, que sois mi referente en cuanto a mujeres modernas y liberadas. Pensadlo de esta manera: ¿querríais una relación así para vuestras hijas, si las tuviérais? ¿Querríais que se encandilaran con un tipo que las utiliza cuando le conviene y ni siquiera tiene la decencia de advertirle que puede estar corriendo peligro mientras le ayuda? Eso no es romántico, queridas mías. Eso es aprovecharse de alguien.
Y de pronto esto se ha puesto más serio de lo que yo pretendía. Shipead lo que os venga en gana, pero un favor os pido: si escribís fics, haced que Felicity le dé algún que otro corte a Oliver, que se lo tiene bien merecido.
Peace out.
Pero es que llevo desde mitad de semana carcajeándome para mis adentros con el capítulo de Arrow, y tengo que sacarlo fuera de una vez porque el nivel de wtf de esta serie es muy grande. Sí, la estoy viendo otra vez. No, no sé por qué. Bueno, sí se por qué, por los secundarios. Porque Diggle me tiene secuestrado el corazón, y por John Barrowman, y porque esporádicamente traen a gente como Ben Browder y Seth Gabel, y porque me han prometido que Manu Bennet va a estar ahí en algún momento.
¿Cómo es de triste que esté siguiendo una serie sólo por sus secundarios y sus estrellas invitadas?
Señores guionistas de Arrow, sé que esto os va a suponer toda una revelación, y de verdad que lamento ser yo quien os cause este terrible desengaño, pero debo decirlo:
No hay espectrómetros de masas en las oficinas de contabilidad de una empresa.
*Pausa para las exclamaciones de asombro*.
Lo sé, lo sé, es un shock. Así es la vida. Tenemos ordenadores, calculadoras, fotocopiadora, fax y, en algunos casos, un escáner, si la empresa es muy molona. Pero espectrómetros de masas no, ya los quitaron del catálogo de Ofiservice. Así que, a menos que la "bebida energética" de Oliver se pueda analizar mojando con ella un post-it para ver de qué color se pone, va a ser mejor que se la dé a un químico. Como sugerencia.
A ver si nos entendemos: Felicity es contable. Con-ta-ble. Muy nerd y muy lista, sí, pero contable. (Edito: tomo nota de que Felicity es del departamento de IT, no contable. Gracias por la aclaración. Mi error se debió a que, en un capítulo, Walter le encargó a Felicity que investigara un descuadre contable, lo cual es otro fail igual de grande, porque si es informática no tiene por qué entender de contabilidad). El hecho de que sepa hackear ordenadores no implica que tenga que ser capaz de rastrear la procedencia del agua de una muestra de líquido, ¿vale? Ya, ya lo sé, estáis descolocados ahora mismo. Vuestro personaje-comodín tiene limitaciones, ¡oh, no! ¡Habrá que estrujarse los sesos pensando en una manera coherente de que Oliver averigüe las cosas! Comprendo vuestro dolor. *Les da unas palmaditas cariñosas en el dorso de la mano*. La vida del escritor es muy dura.
Y esto me recuerda... Mira, Oliver, guapetón: le estás entregando a la criatura unas jeringuillas cargadas con una sustancia ilegal y potencialmente mortal. ¡No le digas que es una bebida energética, pedazo de cabrón! ¡Dile que el mejunje es peligroso, que se ponga guantes o algo! ¡Por lo menos dile que si se pincha con la aguja, lo de la Bella Durmiente va a parecer un chiste comparado con lo suyo! (Si os imagináis este párrafo en la voz de Goyo Jiménez tiene más gracia).
Ahora es cuando me vais a matar a pedradas, porque sé que casi todas vosotras shipeáis a Oliver y a Felicity. No lo neguéis, que os he visto fangirleando por twitter. No me quiero meter con las OTPs de nadie, pero es que los procesos mentales de Felicity son flipantes, en serio:
"Tengo en mi poder un documento que creo que le ha costado la vida a mi jefe, y sospecho que su mujer está implicada de algún modo. ¿A quién se lo cuento? ¡Al hijo de esa misma mujer! ¡Claro que sí! ¡Tiene todo el sentido del mundo!"
Me imagino a la parte racional y no hormonada de Felicity intentando hacerse oír por algún lado, gritando "¿Estás segura de que eso es lo más prudente? Mira que no conoces de nada a ese tío, aparte del hecho de que aparece de vez en cuando para pedirte favores rarísimos y luego, si te he visto no me acuerdo. ¿Y si él también está metido en el ajo?". Y el resto de su cerebro en plan "¡Shut up, es demasiado guapo para ser malo!"
Me apuesto algo a que, cuando Felicity iba al instituto, era la típica empollona tímida a la que el capitán del equipo de fútbol se camelaba para que le hiciera los trabajos de clase. Miradla ahora con Oliver, repitiendo más o menos el mismo patrón, pobrecita mía.
Felicity, eres adorable y muy mona, pero por favor espabila de una vez. Que mi feminista interior está a punto de saltarte al cuello para despertar a tu autoestima a bofetadas.
Ojo, que conste que yo también estoy dispuesta a shipear lo que haga falta shipear si Oliver empieza a tratar a esa chica con más respeto. Pero de momento, me rechinan los dientes cada vez que os veo así de emocionadas con sus escenas juntos. Ni Crepúsculo ni 50 sombras, esto es peor porque os tiene atrapadas a vosotras, que sois mi referente en cuanto a mujeres modernas y liberadas. Pensadlo de esta manera: ¿querríais una relación así para vuestras hijas, si las tuviérais? ¿Querríais que se encandilaran con un tipo que las utiliza cuando le conviene y ni siquiera tiene la decencia de advertirle que puede estar corriendo peligro mientras le ayuda? Eso no es romántico, queridas mías. Eso es aprovecharse de alguien.
Y de pronto esto se ha puesto más serio de lo que yo pretendía. Shipead lo que os venga en gana, pero un favor os pido: si escribís fics, haced que Felicity le dé algún que otro corte a Oliver, que se lo tiene bien merecido.
Peace out.
