apocrypha73: (scully)
[personal profile] apocrypha73
Unos cuantos días atrás, mis amigas hicieron unas entradas preciosas sobre las muchas razones por las que Expediente X es, y siempre será, El Fandom con mayúsculas para todas nosotras. Empezó [profile] m_enia, y luego [profile] __marion__ hizo lo propio, y las dos consiguieron despertar en mí una dulce nostalgia por aquella serie tan maravillosa. Yo me enganché a ella desde el primer episodio, me sedujo por completo. Y desde luego no recuerdo haber seguido jamás ninguna otra serie con tanta pasión. He visto todos los episodios, sin excepción (sí, incluso La Guerra de los Cropófagos, puag!). Algunos de ellos, varias veces. Muchas veces. La carpeta de X Files en mis Favoritos es probablemente la que más enlaces contiene. He debido de leer cientos de fanfics, y también he escrito unos cuantos. Sí, se me puede considerar una equisófila de pro.
Por eso, habría sido lógico que yo también hiciera mi lista de cien razones para ser fan de X Files, y sin embargo no me surgía. Por el contrario, cada vez que intentaba pensar en esos detalles que amaba, lo que se me venía a la mente era el desencanto que me quedó al final. Porque, precisamente porque adoraba Expediente X con todas mis fuerzas, las decepciones que me proporcionaron sus guionistas me calaron más hondo que si se hubiera tratado de cualquier otro show.
Y de eso trata esta entrada, precisamente.

Pues sí, X Files me decepcionó, y mucho. Y la causa principal de ese desencanto fue, precisamente, cómo trataron la relación entre sus dos protagonistas. Las que me conocen saben que mi OTP era Skinner/Scully, pero esto no tiene nada que ver con eso. No voy a soltar una parrafada sobre por qué me gustaba la pareja Skinner/Scully. Más bien, se trata de por qué no me gustaba la pareja Mulder/Scully. O mejor dicho, por qué dejó de gustarme.
 
Por supuesto, al principio yo también era shipper de Mulder y Scully. ¿Quién no lo ha sido alguna vez, sobre todo por culpa del famoso diálogo en el coche de Tooms? Lo admito, eran una pareja que enganchaba. Tenían química, tenían magia. Sin embargo, con el tiempo mi interés en la relación de estos dos se fue transformando en todo lo contrario. ¿Quién tuvo la culpa? Pues, por supuesto, Chris Carter y su equipo de guionistas, que, para mi gusto, no supieron manejar a los maravillosos personajes que habían creado.
 
Lo primero que me molestó fue que en seguida se hizo evidente un detalle: que hasta el día en que el todopoderoso CC decidiera unirles por fin, Mulder tenía licencia para flirtear y/o enrollarse con cuanta lagarta se le cruzara en su camino; Scully, en cambio, no. Ella permanecería pura e intocable en su torre de marfil hasta que llegara el sagrado momento en que Mulder decidiera que ya podían dar un paso más en su relación. A las pruebas me remito: la inglesa estirada de Fire, la vampira de Tres, Bambi, Fowley,…. Por su parte Scully, lo más cerca que estuvo de echar un polvo (consentido) fue en Never Again, y para mí que ni entonces, porque a la mañana siguiente el tipo estaba en el sofá. Para una vez que le sacan un ex novio, fue sólo para dejar establecido que ella suele enamorarse de figuras autoritarias en los que busca desesperadamente aprobación. Y por alguna misteriosa regla de tres, eso hizo que de pronto Mulder quedara convertido en su jefe. ¿Cuándo demonios lo nombraron su jefe? Se supone que eran compañeros, ¿no?
 
No quiero ponerme en plan feminista, pero malditos sean los americanos y su mojigatería trasnochada. ¿Qué pasa, que Scully no tenía derecho a ligar de vez en cuando?
 
Ahora, eso sí, cuando se trataba de mostrarla celosa, o en general ponerla en desventaja frente a Mulder de algún modo, todas las ocasiones eran pocas. Incluso el numerito de Small Potatoes tuvo que terminar con el propio Mulder pillándolos, para que Scully pudiera quedar convenientemente mortificada.
 
Creo que lo que hicieron con Scully es lo que más me molesta de todo. Al principio, yo me enamoré de ese personaje. Era una mujer fuerte, valiente, inteligente, con carácter. Yo quería ser como ella, incluso quería vestir como ella. Pero después… después la fueron convirtiendo en la fantasía perfecta del machista de hoy en día. Oh, sí, tenía una carrera, una profesión y todo eso, pero en el fondo era tan dependiente de un hombre como la típica ama de casa de los años cincuenta. Es una mujer cuyo centro del universo es el hombre que ama, capaz de arriesgarlo todo, de renunciar a todo, por él. Que le espera siempre, no importa cuánto tiempo tarde él en decidirse a corresponder a sus sentimientos. Que antepone las metas de él a las propias. En resumen, que vive, piensa y respira en función de él. Puede que a la mayoría de la gente esto le parezca muy romántico, pero para mí es enfermizo.
Seguramente, muchos me dirían que Mulder sentía lo mismo por ella, pero yo no estoy de acuerdo. Nunca he compartido la creencia de que para Mulder, Scully era lo primero. Sí, Scully se convertía en prioridad absoluta cuando estaba en un peligro concreto, pero al fin y al cabo eso es lo menos que cabe esperar, ¿no? Sin embargo, el resto del tiempo, lo primero para Mulder era su búsqueda. Y para muestra un botón. A ver si alguien se acuerda de esta escena de Nisei:

SCULLY: Do you have any idea where I've been?
MULDER: Allentown?
SCULLY: I went to go see those MUFON members to find out about that woman, Betsy Hagopian.
(Mulder sits.)
MULDER: Oh, what'd you find?
SCULLY: I found out that she's dying along with a lot of other women who claim to be dying too.
(She takes out a small glass capsule containing an implant.)
All of them who say that they have these implanted in them.
(Mulder takes the jar and looks at it.)
It's the same thing I had removed from my own neck.
MULDER: But you're fine, aren't you, Scully?
SCULLY: Am I? I don't know, Mulder. They, they, they said that they know me, that they've seen me before. It was freaky. They know things about me, about my disappearance.
MULDER: That is disturbing. But I don't think you should freak out until we find out what this thing is.
 
A continuación, Mulder recibe un fax y la cuestión de la salud de Scully queda automáticamente olvidada por no sé qué rollo de unos médicos japoneses que habían hecho experimentos crueles durante la Segunda Guerra Mundial. Me diréis que en Memento Mori se lo juega todo para intentar salvarla. ¡Hombre, claro! Es que ahí ya le habían diagnosticado el cáncer. Como dije antes, es lo menos que cabría esperar. Pero si Scully le importaba tanto como cree todo el mundo, ¿no debería haberle entrado el pánico ante la mera posibilidad de que estuviera desarrollando una enfermedad mortal? Pues no. Con decir “Pero tú estás bien, ¿no?” ya queda todo arreglado. Como si le hubiera dicho “Ahora no te puedes venir abajo que te necesito para encontrar un ovni”.
 
Tuve un destello de esperanza entre las temporadas quinta y sexta. Con todo el asunto del cáncer, parecía que Scully estaba decidida a tomar las riendas de su vida y controlar su propio destino, en vez de seguir dejando que los acontecimientos la arrastrasen. Parecía que estaba dispuesta a vivir de verdad, e incluso fue capaz de decirle a Mulder “Ése es tu Santo Grial, no el mío”. Sin embargo, eso duró bastante poco.
 
Pero lo peor de lo peor con respecto a Scully vino entre la octava y la novena. Eso ya fue para arañarse la cara. Después de siete años trabajando en los Expedientes X y resolviendo infinidad de casos, Scully valoraba su propio trabajo tan poquísimo que va y decide intentar hacerlo todo como lo haría Mulder. Escapadas incluidas. Y, cosa muy cómoda para los guionistas, de pronto adquirió la famosa intuición de Mulder también. Una gran herramienta cuando no quieres esforzarte en hacer que tus personajes resuelvan el misterio utilizando la lógica. Aunque el colmo de los colmos, lo que ya hizo que definitivamente esta serie consiguiera decepcionarme más allá de toda posibilidad de reconciliación, fue el asunto del niño. Vamos a ver, se supone que Scully deseaba un hijo con todas sus fuerzas, ¿no? Si no, ¿a santo de qué se hizo pruebas de fertilidad en la quinta temporada (Christmas Carol), cuando ni tenía pareja ni estaba pensando en tener hijos? Y después de luchar tanto por quedarse embarazada, cuando por fin lo consigue, no duda en arriesgar su vida y su embarazo cada dos por tres con tal de seguir buscando a Mulder. Otra vez volvemos a la mujer que no es nada sin el hombre que ama, que lo antepone a él absolutamente a todo. Lo cual nos termina llevando a lo que yo considero la traca final: dar a William en adopción. De todas las incongruencias que los guionistas de Expediente X escribieron en nueve años, ésta es sin duda la que se lleva la palma de oro. ¿Cómo rayos se les ocurrió que ese argumento iba a ser creíble? Si el niño estaba en peligro y necesitaba ocultarse, la Scully que yo creía conocer se habría escondido con él, no lo habría entregado. Pero no, ella no podía cambiar de identidad y desaparecer, porque por lo visto seguir dando clases en Quantico era muy importante. ¿O sería porque si se largaba ya no podría reunirse con Mulder nunca? Y claro, ante esa alternativa, renunciar a su ansiado hijo no era un precio demasiado alto. Pues miren ustedes, CC y compañía: no me lo trago.
 
¿Y el episodio final? ¿Se puede escribir un argumento más estúpido que ése? Acusan a Mulder de asesinato, que no es un delito militar sino civil según tengo entendido, y sin embargo lo juzgan en secreto en una base, y permitiendo que lo defienda alguien que no es abogado. Y para colmo de males, centran su defensa en demostrar que ha habido una conspiración gubernamental para ocultar la existencia de extraterrestres. Demostrarlo, dicho sea de paso, sin una sola prueba material. Muy inteligente, sí señor. Me quito el sombrero /fin del sarcasmo. Me habría encantado que Kersh dijera en algún momento: “Bueno, vale, Skinner, veeeeenga. Nos lo creemos. Hay extraterrestres entre nosotros, super-soldados de ésos. Y todo es culpa del gobierno, qué malos son. Pero, ¿qué tiene eso que ver con el hecho de que Mulder se cargó a Knowle Roher? ¿Vamos a llegar a ese asunto antes de que acabe el siglo?” Pero claro, había que organizar las cosas para que la serie acabara con Mulder y Scully caminando de la manita hacia la puesta de sol. Una vez más: no me lo trago.
 
Pero vamos a suponer que sí. Vamos a imaginarnos por un momento que aceptamos como lógico y plausible todo lo que Scully ha hecho, todas las decisiones que ha tomado y las experiencias que ha vivido hasta el momento en que ella y Mulder se duermen juntos en el motel al final de The Truth. ¿Qué pasó después?
 
Hace muchos años leí un fanfic de la maravillosa Xanthe (www.xanthe.org), en el que a Scully le mostraban dos posibles futuros que dependían de la decisión que tomara en aquel momento. En una de esas alternativas acababa con Mulder, viviendo los dos como fugitivos. Cuando vi el final de la serie sentí escalofríos al recordar la perspicacia de esta escritora. Qué bien calado tenía al personaje de Mulder. Por supuesto, él no pensaba parar nunca. Nunca dejaría de buscar, de escarbar, no importaba a quién cabreara en el proceso o qué tuviera que sacrificar. Y si Scully le seguía, tendría que hacer lo mismo. En apariencia, todo eso no tendría importancia porque se tienen el uno al otro. Y sí, al principio seguro que sería así. Pero yo me pregunto, ¿hasta cuándo?
 
¿Cuánto tiempo tardaría Scully en hartarse de esa vida nómada, siempre huyendo, siempre ocultándose? ¿Cuándo afloraría la amargura de haber tenido que renunciar a su hijo, a su trabajo, familia, amigos…? ¿Cuándo empezaría a culpar a Mulder por todo eso? Y en cuanto a él, ¿sería capaz de estarse quieto y tratar de pasar desapercibido, o seguiría intentando descubrir esas verdades ocultas que ha perseguido toda la vida, complicándolo todo cada vez más hasta que consiga que lo maten, o a ella?
 
En resumen: ¿cuánto tardará en amargárseles el pastel a estos dos?

Que conste que todo esto es simplemente mi forma de pensar, y no trato de convencer a nadie de que mis puntos de vista son correctos. Pero me apetecía decirlo, qué demonios, para eso está el livejournal.

Date: 2006-08-15 07:26 pm (UTC)
From: [identity profile] http://users.livejournal.com/__marion__/
¡Anda, cariño, que te has despachado a gusto! Y por supuesto, para eso está el lj.
Leyendo tus reflexiones sobre la serie he recordado muchas cosas y, tal vez, has definido el por qué no he visto el final de la serie y el por qué hace mucho, mucho tiempo que no veo ningún capítulo de la serie.
Como tú bien sabes (mejor que nadie) yo comencé siendo una shipper acérrima y así lo declaré en algunos de los primeros fics que escribí. Y así llegué hasta la séptima temporada. Pero claro, de la manera en que lo emitían en Tele 5 era fácil no poder cambiarse de OTP porque mira que trataron mal a la serie. Pero en cuanto dí con internet y nos dio (a ambas, no lo nieges :P) la fiebre equisófila, la cosa cambió de matiz. Porque la relación de Mulder y Scully, en la mayoría de las ocasiones, parecía la relación de una madre y su díscolo hijo. Esto lo hemos hablado un montón de veces, lo recuerdo. Creo, como tú, que el personaje de Scully, ha sido el peor personaje protagonista tratado en la la historia de la televisión. Que conste que a mi me encantaba Mulder pero llegó un momento que, como tu, dije ¡ya está bien!
Y a causa de que Mulder se las piró de la serie, los personajes que vinieron a llenar su hueco las pasaron canutas para poder hacerse un huequito. Y, extañamente, esos personajes estaban mucho mejor escritos que sus antecesores en la Agencia.
El agente Doggett tuvo que sudar tinta para que la gente se creyera que él no pensaba usurpar el puesto de Mulder, ya no sólo en los Expedientes X sino en el corazón de Scully; lo que la gente más temía.
Al agente Doggett se le tachó casi de todo incluso antes de que el personaje viera la luz. Yo creo que la octava y la novena bien valen la pena sólo por la existencia de Doggett y Reyes.
Prácticamente no existe nadie a quién le preguntes quiénes son Mulder y Scully y no lo sepan. Fueron un icono de la última parte de los noventa. El guapo agente excéntrico del FBI, creyente a ciegas y su pelirroja compañera, una médico que no creía nada hasta que lo tuviera delante de las narices.
Es una pena cómo un equipo de guionista puede echar a perder dos pedazos de personajes. Y que conste que sigo creyendo que había algunos que escribían muy, muy bien. Pero entre todos mataron la perdiz. Puede que fuera el compendio de muchas cosas pero, si me tengo que quedar con algo de esta serie, me quedo con los buenisimos momentos que me hizo pasar delante de las dos pantallas: la del televisor y la del ordenador.
Miles de besos y gracias por hacer una entrada tan buena.

Date: 2006-08-15 08:27 pm (UTC)
From: [identity profile] apocrypha73.livejournal.com
Ni se te ocurra ver el último capítulo, por favor. Sigue diciéndote a ti misma que Expediente X terminó con Sunshine Days, como hago yo, y olvídate de que existe algo más allá. Es mejor para tus nervios. Para que te hagas una idea de lo que sentí al ver The Truth, te digo que sólo es comparable con el Episodio III de Star Wars. I'm still in denial.
Doggett y Reyes fueron, prácticamente, la única razón de que yo viera enteras la octava y la novena. Incluso Skinner, tanto como lo he adorado siempre, fue tan maltratado al final como Scully. Te prometo que en el último capítulo lo hacen quedar como un incompetente, nada que ver con el hombre de Zero Sum o Kitsunegari. Por eso a veces pienso que, afortunadamente, a Doggett sólo lo tuvieron en sus manos dos temporadas, y a Reyes una. Quién sabe lo que habrían hecho con ellos de tener más tiempo :::reprime un escalofrío::: Pobrecitos mis niños, con lo que yo los quiero.
De todas formas, reconozco que X Files siempre será El Fandom, aunque sólo sea por lo que tú dices, por esos ratos maravillosos que hemos pasado a cuenta de la serie, y también por las estupendas amistades que hemos hecho.
Un gran beso.

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