SPN fic: "La otra versión"
Dec. 19th, 2008 07:35 pm![[personal profile]](https://www.dreamwidth.org/img/silk/identity/user.png)
Esto no tiene nada que ver con los regalitos navideños, va aparte. Se trata de una espinita que tenía clavada desde que se emitió "Heaven and Hell" (una de ellas), y tenía que sacarla. De todas formas, se lo quiero dedicar a
mileya, porque aunque hace poco que nos conocemos, me deja abusar de su tiempo y su paciencia pidiéndole que me betee un fic tras otro, y la pobre nunca se queja. Muchas gracias, guapa. Eres un sol. Tú ya te lo has leído, claro, pero que sepas que sigue siendo para ti.
Una advertencia: si eres muy fan de Anna, posiblemente éste no es el fic para ti.
Título: La otra versión
Fandom: Supernatural
Personajes: Dean y Castiel
Pairing: ninguno
Spoilers: 4x10, "Heaven and Hell"
Dean se despertó de madrugada, con el cuerpo entumecido, sentado en la misma silla dura y demasiado pequeña en la que había estado bebiendo hasta aturdirse la noche anterior. Había sido un intento desesperado de que el tequila nublase su cerebro lo suficiente como para permitirle olvidar durante unas horas. Olvidarse de Anna, de los ángeles, del cielo y del infierno, pero sobre todo olvidar lo que le había contado a Sam.
Levantó la cabeza de la mesa lentamente, asomándola de entre el hueco de sus propios brazos, y al verle allí, mirándole sin decir nada, supo que en realidad no estaba despierto. Volvió la cabeza hacia Sam por pura costumbre, sabiendo que no tenía sentido comprobar si dormía cuando sólo era parte de su sueño, y dejó escapar un gruñido de frustración-. Esta noche no, por favor. No estoy de humor.
- ¿Prefieres que me marche y te deje a solas con tus pesadillas?- respondió Castiel con su impasibilidad habitual.
Dean le lanzó una mirada dura, casi de odio, resentido porque el ángel tenía razón. Las noches en que no le visitaba en sueños era raro que consiguiera dormir más de dos horas seguidas, atormentado por visiones que habría dado cualquier cosa por poder borrar de su recuerdo.
Castiel se acercó despacio hasta la mesa y se sentó en la otra silla, cogiendo la botella vacía de tequila y observándola con detenimiento mientras la giraba entre sus dedos.
- ¿Sirve de algo?- le preguntó a Dean.
- ¿Has venido para darme una lección sobre hábitos saludables?
El ángel apretó los labios y soltó la botella-. No.
- ¿Entonces qué haces aquí? ¿Qué órdenes estás cumpliendo ahora, eh?
Castiel levantó la vista, mirando a Dean a los ojos-. Ninguna. He venido por mi propia voluntad.
- ¿En serio?- se burló el hombre-. Creía que vosotros no ibais ni a mear si no os lo ordenaban.
- ¿Eso es lo que Anna te dijo?- preguntó Castiel sin levantar la voz.
Su serenidad era desarmante, y Dean sintió que empezaba a ponerse nervioso-. Te lo preguntaré otra vez. ¿Por qué estás aquí?
- Aún no has oído la otra versión.
- Oh, creo que he oído suficiente- replicó el cazador, poniéndose de pie, necesitando de pronto algo de distancia entre él y esa mirada que parecía capaz de taladrarle el alma-. En realidad es bastante simple, ¿no? Desobedeció y tenía que morir por ello. Bonita forma de evitar discordias entre tu gente. Muy sutil.
- No hay nada simple en todo ello, Dean- contestó el ángel-. ¿Acaso Anna te habló del trabajo que realizábamos antes de que se fuera? ¿Te contó cómo abandonó sus responsabilidades sin pensar en nadie más que en sí misma? ¿Mencionó cuántas vidas humanas costó su libertad?
Dean no respondió. La chica sólo había hablado de su frustración por pasar siglos y siglos contemplando el mundo y sometida a unas órdenes que apenas comprendía. A él no se le había ocurrido preguntarse a qué se referían esas órdenes.
- No, supongo que no lo hizo- continuó Castiel-. Siempre se le dio bien seleccionar qué parte de la verdad quería contar.
- ¿De qué estás hablando?- preguntó Dean entre dientes.
Castiel le contempló con expresión amarga-. Sé muy bien lo persuasiva que puede llegar a ser, créeme. Yo estuve a punto de caer con ella.
El cazador frunció el ceño, mirándole asombrado. El ángel le había hablado de sus dudas, pero jamás hubiera pensado que podían llegar a ese extremo. Castiel siempre parecía tan seguro de la rectitud de sus acciones, tan dispuesto a seguir las órdenes al pie de la letra… Esa revelación dejó a Dean más descolocado de lo que quería admitir.
- Así que era eso- murmuró-. La cara que pusiste cuando ella me besó. Tú querías estar en mi lugar- dejó escapar un resoplido sarcástico-. Vaya, y yo que pensaba que los ángeles no reconocerían una emoción ni aunque les mordiera en sus sagrados culos. Quién se lo iba a imaginar.
- ¿Eso también te lo dijo Anna?- preguntó Castiel con suavidad, pero no esperó respuesta por parte de Dean antes de añadir-. Por supuesto. Eso es propio de ella. ¿Cómo es esa expresión que utilizáis… el césped del vecino siempre parece más verde?
- ¿Qué quieres decir?
- Lee la Biblia, Dean. Los ángeles no somos tan diferentes a los humanos, en realidad. Puede que nuestros sentimientos no tengan la… exuberancia de los vuestros, pero desde luego los tenemos.
El hombre no respondió, sintiendo que su resentimiento contra Castiel, que tan firmememte había apuntalado con las palabras de Anna, se tambaleaba. No se había parado a pensarlo antes, demasiado afectado por todo lo ocurrido como para analizar aquella conversación, pero lo que ella le había contado en el aparcamiento no encajaba con lo que él sabía de primera mano sobre aquel ángel. Desde que le conocía, le había visto mostrar curiosidad, enfadarse, compadecerse de él y de otros… por todos los santos, le había visto reír. Dean no sabía si los otros ángeles se ajustarían a la descripción que Anna había hecho de ellos como insensibles estatuas de mármol, pero desde luego éste no.
- Pero te equivocas con respecto a Anna y a mí- continuó Castiel, bajando la mirada-. La única razón por la que estuve tentado de caer fue porque me convencí de que ella tenía razón. Yo también anhelaba la libertad de los mortales.
- ¿Y qué te detuvo?- le preguntó.
- Mi fe- fue la sencilla respuesta.
- ¿Fe en Dios? ¿O vas a decirme que tú eres uno de los pocos que le han visto?
Castiel miró a Dean de nuevo.- Fe en que mi labor era necesaria. Puede que no hayamos caminado entre vosotros en los dos últimos milenios, pero eso no significa que durante ese tiempo hayamos estado ociosos, Dean. Llevo toda mi vida luchando contra demonios, igual que tú.
A su pesar, Dean estaba intrigado. Una pequeña parte de sí mismo se sentía molesta con Castiel por empañar la imagen idealizada de Anna que había guardado en su mente, pero el resto estaba pendiente de cada una de sus palabras, ansioso por conocer cualquier pieza de información que le ayudara a desentrañar un poco más del misterio que era aquel ángel.
Su mirada interrogante impulsó a Castiel a seguir hablando-. La puerta del diablo de Wyoming no es la única en el mundo. Hay muchas, en realidad, y nuestro deber era vigilarlas e intentar impedir que los demonios las cruzaran. No siempre lo conseguíamos, ya te dije una vez que nuestras fuerzas no son ilimitadas. Pero hacíamos todo lo que podíamos.
- ¿A eso se dedicaba Anna?
El ángel asintió-. Ella era, en realidad, quien coordinaba a mi grupo.
Dean empezó a pasearse por la habitación, incómodo.
- Está bien, admito que es un trabajo importante- dijo-. Pero ¿realmente es tan horrible que ella quisiera algo más? ¿Es un crimen que deseara vivir, sentir, pensar por su cuenta, hacer algo que no fuera matar demonios y obedecer órdenes? Porque, tengo que decírtelo, yo la entiendo muy bien.
- Sin embargo, tú no has abandonado tu misión- señaló Castiel.
- Ya, bueno, ganas no me han faltado- respondió Dean con un resoplido.
- Pero ésa es la cuestión. Todos tenemos nuestras cargas, nuestras responsabilidades. Vosotros también. A algunas personas les toca cuidar de un familiar enfermo, a otras gobernar un país. No siempre es fácil. Y sin embargo, la gente no abandona. Lo sé porque lo veo cada día. Y en cuanto a nosotros… fuimos creados para ser soldados de Dios, para obedecer sus órdenes. Es lo que somos. No nos corresponde desear otra cosa.
Dean detuvo sus pasos, volviéndose para contemplar a Castiel fijamente.
- Pero tú también lo deseabas- le acusó-. ¿Cómo puedes ser tan hipócrita?
- Puede que entienda sus motivos, Dean, pero eso no los hace menos equivocados. Yo decidí quedarme, y al hacerlo me di cuenta de que estaba ansiando una libertad que en realidad ya tenía. Podría haberme marchado en cualquier momento, pero elegí quedarme porque creo en lo que hago. Y lo hice por mi propia voluntad.
Al igual que le había ocurrido cuando Anna le habló de sus frustraciones, Dean se vio reflejado en las palabras del ángel. El también había decidido seguir cazando por su propia voluntad, no porque su padre se lo hubiera impuesto o porque Dios le hubiera escogido. Incluso sin todo eso, Dean querría hacer lo mismo, sólo por la satisfacción de salvar vidas. Podía entender muy bien la decisión de Castiel, aunque eso no significaba que lo mismo tuviera que aplicarse a todo el mundo.
- Pues Anna eligió otra cosa, ¿y qué? ¿No estaba en su derecho?
Castiel se puso en pie y comenzó a andar en dirección al cazador-. ¿Y si te dijera que el demonio que poseyó a la esposa de tu amigo Bobby Singer escapó a través de la puerta que Anna dejó desprotegida cuando decidió caer? ¿Seguirías pensando entonces que su acción fue tan inocente?
Dean luchó por encontrar una respuesta, sintiendo un nudo en la garganta. No tenía ningún motivo para pensar que el ángel pudiera estar mintiendo, y eso era lo peor de todo.
- Aun así- insistió-, ¿una sentencia de muerte? Vamos. Incluso para la famosa ira de Dios es un poco exagerado.
- ¿Eso piensas, que todo esto era un castigo por su desobediencia?- le preguntó Castiel, ladeando la cabeza con el ceño fruncido.
- ¿Cómo lo llamarías tú?
Castiel se acercó un poco más-. ¿En serio crees que durante todos estos años no hemos sabido dónde estaba Anna? ¿Piensas que podía ocultarse a los ojos de Dios? No, Dean, si se hubiera tratado de una “sentencia de muerte”, como tú lo llamas, habría caído sobre ella en el mismo momento de nacer. Anna podría haber vivido toda su vida como humana sin que nosotros la molestásemos, de no ser porque al empezar a oírnos se hizo notoria para los demonios. Intentábamos protegerla.
- Pues menuda protección- replicó Dean, sarcástico.
- El cielo es el único lugar donde habría estado a salvo- insistió el ángel-. ¿Consideras que habría sido mejor dejarla aquí, corriendo el riesgo de que los demonios la atraparan? Tú mejor que nadie debería entender lo que eso habría significado. En cambio, si hubiera muerto como humana, ahora estaría segura y feliz, reunida con su familia. Con sus dos familias.
Dean agachó la cabeza, aturdido. No se le había ocurrido considerar las cosas de aquella manera, y aunque aún se resistía a darle la razón a Castiel, sus palabras comenzaban a filtrarse poco a poco entre sus prejuicios.
- ¿Y por qué no devolverle su condición de ángel, entonces? ¿No habría sido mejor solución?
- Porque ella hizo su elección, Dean. Anna decidió que no quería seguir siendo un ángel. ¿Te parece justo que una decisión tan importante pueda ser revocada así como así, sólo porque no le apetecía afrontar las consecuencias?
El cazador se llevó una mano a la frente, sintiendo que la cabeza le daba vueltas, y ciertamente no se debía al tequila.
- ¿Por qué me cuentas todo esto?- preguntó en un tono casi de súplica, como si quisiera pedirle a Castiel que se guardara la verdad para él y le ahorrara tener que contemplar los matices de gris de un asunto que, hasta entonces, había estado pintado nítidamente en blanco y negro-. Tu Dios no es precisamente famoso por dar explicaciones, ¿por qué me las das tú?
- Porque Anna te ha hecho perder la poca fe que habías conseguido reunir- respondó Castiel suavemente.
- ¿Y qué más te da a ti?- espetó Dean-. Mientras cumpla con vuestros malditos planes, ¿qué te importa lo que yo crea o deje de creer?
Castiel apretó la mandíbula-. No saqué tu alma del infierno para dejar ahora que se consuma en la oscuridad.
Dean resopló, sonriendo con ironía-. Mi alma ya está demasiado quemada, Cas. No te esfuerces.
El ángel le miró con intensidad-. No estés tan seguro de eso.
- ¿Siempre te tomas tan a pecho tu trabajo, o es un trato especial que me he ganado yo solo?- preguntó Dean sarcásticamente-. ¿Qué soy, una especie de proyecto personal tuyo? ¿Tienes apuntado “Salvar el alma de Dean Winchester” en la agenda, debajo de “Impedir el alzamiento de Lucifer”?
Castiel sonrió con lentitud, desarmando una vez más los intentos de Dean por hacerle enfadar-. A lo mejor lo hago porque estoy en deuda contigo.
Dean arqueó las cejas, sorprendido.
- Me has salvado la vida hoy- le aclaró el ángel.
El cazador recordó el enfrentamiento entre Castiel y Alastair en el granero-. En todo caso, estaríamos en paz- respondió.
Castiel negó con la cabeza-. No, Dean. Yo te saqué del infierno cumpliendo órdenes, así que no es a mí a quien se lo tienes que agradecer. Pero lo que tú hiciste hoy, lo hiciste por mí. No creas que no conozco la diferencia.
Si Dean pensaba responder a eso, su intento se quedó en nada cuando Castiel se adelantó con una mano alzada y le tocó la frente. Mientras todo se volvía negro, escuchó la voz del ángel susurrándole:
- Ya basta por hoy. Ahora deberías dormir en tu cama, Dean. Necesitas descansar para afrontar todo lo que aún te espera.
Dean despertó, esta vez de verdad, con la rítmica respiración de Sam como único sonido de fondo. Le dolía la espalda y tenía frío, pero se levantó de la silla y estiró los entumecidos músculos sintiéndose extrañamente reconfortado, como si acabara de recuperar algo que ni siquiera sabía que había perdido.
Sólo al acomodarse bajo las mantas (y sin querer pararse a pensar por qué esa noche en particular le apetecía meterse en la cama como es debido, en vez de dormir vestido sobre la colcha como de costumbre) se dio cuenta de qué era ese algo. Volvía a confiar en Castiel. Lo que no tenía muy claro era cuándo había empezado a confiar en él en primer lugar.
Ninguna pesadilla vino a turbarle de madrugada.
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Una advertencia: si eres muy fan de Anna, posiblemente éste no es el fic para ti.
Título: La otra versión
Fandom: Supernatural
Personajes: Dean y Castiel
Pairing: ninguno
Spoilers: 4x10, "Heaven and Hell"
Dean se despertó de madrugada, con el cuerpo entumecido, sentado en la misma silla dura y demasiado pequeña en la que había estado bebiendo hasta aturdirse la noche anterior. Había sido un intento desesperado de que el tequila nublase su cerebro lo suficiente como para permitirle olvidar durante unas horas. Olvidarse de Anna, de los ángeles, del cielo y del infierno, pero sobre todo olvidar lo que le había contado a Sam.
Levantó la cabeza de la mesa lentamente, asomándola de entre el hueco de sus propios brazos, y al verle allí, mirándole sin decir nada, supo que en realidad no estaba despierto. Volvió la cabeza hacia Sam por pura costumbre, sabiendo que no tenía sentido comprobar si dormía cuando sólo era parte de su sueño, y dejó escapar un gruñido de frustración-. Esta noche no, por favor. No estoy de humor.
- ¿Prefieres que me marche y te deje a solas con tus pesadillas?- respondió Castiel con su impasibilidad habitual.
Dean le lanzó una mirada dura, casi de odio, resentido porque el ángel tenía razón. Las noches en que no le visitaba en sueños era raro que consiguiera dormir más de dos horas seguidas, atormentado por visiones que habría dado cualquier cosa por poder borrar de su recuerdo.
Castiel se acercó despacio hasta la mesa y se sentó en la otra silla, cogiendo la botella vacía de tequila y observándola con detenimiento mientras la giraba entre sus dedos.
- ¿Sirve de algo?- le preguntó a Dean.
- ¿Has venido para darme una lección sobre hábitos saludables?
El ángel apretó los labios y soltó la botella-. No.
- ¿Entonces qué haces aquí? ¿Qué órdenes estás cumpliendo ahora, eh?
Castiel levantó la vista, mirando a Dean a los ojos-. Ninguna. He venido por mi propia voluntad.
- ¿En serio?- se burló el hombre-. Creía que vosotros no ibais ni a mear si no os lo ordenaban.
- ¿Eso es lo que Anna te dijo?- preguntó Castiel sin levantar la voz.
Su serenidad era desarmante, y Dean sintió que empezaba a ponerse nervioso-. Te lo preguntaré otra vez. ¿Por qué estás aquí?
- Aún no has oído la otra versión.
- Oh, creo que he oído suficiente- replicó el cazador, poniéndose de pie, necesitando de pronto algo de distancia entre él y esa mirada que parecía capaz de taladrarle el alma-. En realidad es bastante simple, ¿no? Desobedeció y tenía que morir por ello. Bonita forma de evitar discordias entre tu gente. Muy sutil.
- No hay nada simple en todo ello, Dean- contestó el ángel-. ¿Acaso Anna te habló del trabajo que realizábamos antes de que se fuera? ¿Te contó cómo abandonó sus responsabilidades sin pensar en nadie más que en sí misma? ¿Mencionó cuántas vidas humanas costó su libertad?
Dean no respondió. La chica sólo había hablado de su frustración por pasar siglos y siglos contemplando el mundo y sometida a unas órdenes que apenas comprendía. A él no se le había ocurrido preguntarse a qué se referían esas órdenes.
- No, supongo que no lo hizo- continuó Castiel-. Siempre se le dio bien seleccionar qué parte de la verdad quería contar.
- ¿De qué estás hablando?- preguntó Dean entre dientes.
Castiel le contempló con expresión amarga-. Sé muy bien lo persuasiva que puede llegar a ser, créeme. Yo estuve a punto de caer con ella.
El cazador frunció el ceño, mirándole asombrado. El ángel le había hablado de sus dudas, pero jamás hubiera pensado que podían llegar a ese extremo. Castiel siempre parecía tan seguro de la rectitud de sus acciones, tan dispuesto a seguir las órdenes al pie de la letra… Esa revelación dejó a Dean más descolocado de lo que quería admitir.
- Así que era eso- murmuró-. La cara que pusiste cuando ella me besó. Tú querías estar en mi lugar- dejó escapar un resoplido sarcástico-. Vaya, y yo que pensaba que los ángeles no reconocerían una emoción ni aunque les mordiera en sus sagrados culos. Quién se lo iba a imaginar.
- ¿Eso también te lo dijo Anna?- preguntó Castiel con suavidad, pero no esperó respuesta por parte de Dean antes de añadir-. Por supuesto. Eso es propio de ella. ¿Cómo es esa expresión que utilizáis… el césped del vecino siempre parece más verde?
- ¿Qué quieres decir?
- Lee la Biblia, Dean. Los ángeles no somos tan diferentes a los humanos, en realidad. Puede que nuestros sentimientos no tengan la… exuberancia de los vuestros, pero desde luego los tenemos.
El hombre no respondió, sintiendo que su resentimiento contra Castiel, que tan firmememte había apuntalado con las palabras de Anna, se tambaleaba. No se había parado a pensarlo antes, demasiado afectado por todo lo ocurrido como para analizar aquella conversación, pero lo que ella le había contado en el aparcamiento no encajaba con lo que él sabía de primera mano sobre aquel ángel. Desde que le conocía, le había visto mostrar curiosidad, enfadarse, compadecerse de él y de otros… por todos los santos, le había visto reír. Dean no sabía si los otros ángeles se ajustarían a la descripción que Anna había hecho de ellos como insensibles estatuas de mármol, pero desde luego éste no.
- Pero te equivocas con respecto a Anna y a mí- continuó Castiel, bajando la mirada-. La única razón por la que estuve tentado de caer fue porque me convencí de que ella tenía razón. Yo también anhelaba la libertad de los mortales.
- ¿Y qué te detuvo?- le preguntó.
- Mi fe- fue la sencilla respuesta.
- ¿Fe en Dios? ¿O vas a decirme que tú eres uno de los pocos que le han visto?
Castiel miró a Dean de nuevo.- Fe en que mi labor era necesaria. Puede que no hayamos caminado entre vosotros en los dos últimos milenios, pero eso no significa que durante ese tiempo hayamos estado ociosos, Dean. Llevo toda mi vida luchando contra demonios, igual que tú.
A su pesar, Dean estaba intrigado. Una pequeña parte de sí mismo se sentía molesta con Castiel por empañar la imagen idealizada de Anna que había guardado en su mente, pero el resto estaba pendiente de cada una de sus palabras, ansioso por conocer cualquier pieza de información que le ayudara a desentrañar un poco más del misterio que era aquel ángel.
Su mirada interrogante impulsó a Castiel a seguir hablando-. La puerta del diablo de Wyoming no es la única en el mundo. Hay muchas, en realidad, y nuestro deber era vigilarlas e intentar impedir que los demonios las cruzaran. No siempre lo conseguíamos, ya te dije una vez que nuestras fuerzas no son ilimitadas. Pero hacíamos todo lo que podíamos.
- ¿A eso se dedicaba Anna?
El ángel asintió-. Ella era, en realidad, quien coordinaba a mi grupo.
Dean empezó a pasearse por la habitación, incómodo.
- Está bien, admito que es un trabajo importante- dijo-. Pero ¿realmente es tan horrible que ella quisiera algo más? ¿Es un crimen que deseara vivir, sentir, pensar por su cuenta, hacer algo que no fuera matar demonios y obedecer órdenes? Porque, tengo que decírtelo, yo la entiendo muy bien.
- Sin embargo, tú no has abandonado tu misión- señaló Castiel.
- Ya, bueno, ganas no me han faltado- respondió Dean con un resoplido.
- Pero ésa es la cuestión. Todos tenemos nuestras cargas, nuestras responsabilidades. Vosotros también. A algunas personas les toca cuidar de un familiar enfermo, a otras gobernar un país. No siempre es fácil. Y sin embargo, la gente no abandona. Lo sé porque lo veo cada día. Y en cuanto a nosotros… fuimos creados para ser soldados de Dios, para obedecer sus órdenes. Es lo que somos. No nos corresponde desear otra cosa.
Dean detuvo sus pasos, volviéndose para contemplar a Castiel fijamente.
- Pero tú también lo deseabas- le acusó-. ¿Cómo puedes ser tan hipócrita?
- Puede que entienda sus motivos, Dean, pero eso no los hace menos equivocados. Yo decidí quedarme, y al hacerlo me di cuenta de que estaba ansiando una libertad que en realidad ya tenía. Podría haberme marchado en cualquier momento, pero elegí quedarme porque creo en lo que hago. Y lo hice por mi propia voluntad.
Al igual que le había ocurrido cuando Anna le habló de sus frustraciones, Dean se vio reflejado en las palabras del ángel. El también había decidido seguir cazando por su propia voluntad, no porque su padre se lo hubiera impuesto o porque Dios le hubiera escogido. Incluso sin todo eso, Dean querría hacer lo mismo, sólo por la satisfacción de salvar vidas. Podía entender muy bien la decisión de Castiel, aunque eso no significaba que lo mismo tuviera que aplicarse a todo el mundo.
- Pues Anna eligió otra cosa, ¿y qué? ¿No estaba en su derecho?
Castiel se puso en pie y comenzó a andar en dirección al cazador-. ¿Y si te dijera que el demonio que poseyó a la esposa de tu amigo Bobby Singer escapó a través de la puerta que Anna dejó desprotegida cuando decidió caer? ¿Seguirías pensando entonces que su acción fue tan inocente?
Dean luchó por encontrar una respuesta, sintiendo un nudo en la garganta. No tenía ningún motivo para pensar que el ángel pudiera estar mintiendo, y eso era lo peor de todo.
- Aun así- insistió-, ¿una sentencia de muerte? Vamos. Incluso para la famosa ira de Dios es un poco exagerado.
- ¿Eso piensas, que todo esto era un castigo por su desobediencia?- le preguntó Castiel, ladeando la cabeza con el ceño fruncido.
- ¿Cómo lo llamarías tú?
Castiel se acercó un poco más-. ¿En serio crees que durante todos estos años no hemos sabido dónde estaba Anna? ¿Piensas que podía ocultarse a los ojos de Dios? No, Dean, si se hubiera tratado de una “sentencia de muerte”, como tú lo llamas, habría caído sobre ella en el mismo momento de nacer. Anna podría haber vivido toda su vida como humana sin que nosotros la molestásemos, de no ser porque al empezar a oírnos se hizo notoria para los demonios. Intentábamos protegerla.
- Pues menuda protección- replicó Dean, sarcástico.
- El cielo es el único lugar donde habría estado a salvo- insistió el ángel-. ¿Consideras que habría sido mejor dejarla aquí, corriendo el riesgo de que los demonios la atraparan? Tú mejor que nadie debería entender lo que eso habría significado. En cambio, si hubiera muerto como humana, ahora estaría segura y feliz, reunida con su familia. Con sus dos familias.
Dean agachó la cabeza, aturdido. No se le había ocurrido considerar las cosas de aquella manera, y aunque aún se resistía a darle la razón a Castiel, sus palabras comenzaban a filtrarse poco a poco entre sus prejuicios.
- ¿Y por qué no devolverle su condición de ángel, entonces? ¿No habría sido mejor solución?
- Porque ella hizo su elección, Dean. Anna decidió que no quería seguir siendo un ángel. ¿Te parece justo que una decisión tan importante pueda ser revocada así como así, sólo porque no le apetecía afrontar las consecuencias?
El cazador se llevó una mano a la frente, sintiendo que la cabeza le daba vueltas, y ciertamente no se debía al tequila.
- ¿Por qué me cuentas todo esto?- preguntó en un tono casi de súplica, como si quisiera pedirle a Castiel que se guardara la verdad para él y le ahorrara tener que contemplar los matices de gris de un asunto que, hasta entonces, había estado pintado nítidamente en blanco y negro-. Tu Dios no es precisamente famoso por dar explicaciones, ¿por qué me las das tú?
- Porque Anna te ha hecho perder la poca fe que habías conseguido reunir- respondó Castiel suavemente.
- ¿Y qué más te da a ti?- espetó Dean-. Mientras cumpla con vuestros malditos planes, ¿qué te importa lo que yo crea o deje de creer?
Castiel apretó la mandíbula-. No saqué tu alma del infierno para dejar ahora que se consuma en la oscuridad.
Dean resopló, sonriendo con ironía-. Mi alma ya está demasiado quemada, Cas. No te esfuerces.
El ángel le miró con intensidad-. No estés tan seguro de eso.
- ¿Siempre te tomas tan a pecho tu trabajo, o es un trato especial que me he ganado yo solo?- preguntó Dean sarcásticamente-. ¿Qué soy, una especie de proyecto personal tuyo? ¿Tienes apuntado “Salvar el alma de Dean Winchester” en la agenda, debajo de “Impedir el alzamiento de Lucifer”?
Castiel sonrió con lentitud, desarmando una vez más los intentos de Dean por hacerle enfadar-. A lo mejor lo hago porque estoy en deuda contigo.
Dean arqueó las cejas, sorprendido.
- Me has salvado la vida hoy- le aclaró el ángel.
El cazador recordó el enfrentamiento entre Castiel y Alastair en el granero-. En todo caso, estaríamos en paz- respondió.
Castiel negó con la cabeza-. No, Dean. Yo te saqué del infierno cumpliendo órdenes, así que no es a mí a quien se lo tienes que agradecer. Pero lo que tú hiciste hoy, lo hiciste por mí. No creas que no conozco la diferencia.
Si Dean pensaba responder a eso, su intento se quedó en nada cuando Castiel se adelantó con una mano alzada y le tocó la frente. Mientras todo se volvía negro, escuchó la voz del ángel susurrándole:
- Ya basta por hoy. Ahora deberías dormir en tu cama, Dean. Necesitas descansar para afrontar todo lo que aún te espera.
Dean despertó, esta vez de verdad, con la rítmica respiración de Sam como único sonido de fondo. Le dolía la espalda y tenía frío, pero se levantó de la silla y estiró los entumecidos músculos sintiéndose extrañamente reconfortado, como si acabara de recuperar algo que ni siquiera sabía que había perdido.
Sólo al acomodarse bajo las mantas (y sin querer pararse a pensar por qué esa noche en particular le apetecía meterse en la cama como es debido, en vez de dormir vestido sobre la colcha como de costumbre) se dio cuenta de qué era ese algo. Volvía a confiar en Castiel. Lo que no tenía muy claro era cuándo había empezado a confiar en él en primer lugar.
Ninguna pesadilla vino a turbarle de madrugada.
no subject
Date: 2008-12-19 08:01 pm (UTC)Al leer tu fic me he dado cuenta de algo: estoy muy molesta con Anna. No le odia irracionalmente pero se me hacía mal personaje y mal actuado además, y había algo que me molestaba y no sabía decir que era... Ahora vienes con un fic, como los tuyos, bien pensados que me hizo darme cuenta del porqué: El que haya recuperado su gracia. El que haya usado esa parte de su antigua divinidad como si fuera una chapita quita y pon del bolso, que haya pensado sólo en recuperarla para que los demonios no la atrapasen, con esa misma irresponsabilidad con la que tu la pintas aqui, en su decisión de caer para volverse humana.
Si Anna hubiera sido exactamente esta que tu dices (con ese pasado) igual la odiaría pero me parecería un personaje con mayor complejidad (astuta, necesitada de volverse humana, irresponsable... etc.) y no sólo la niña que odia a Dios o que lo pone como un tirano manda órdenes que nos pusieron en la serie.
Castiel está tan comprometido con Dean, que en verdad creo que es su proyecto personal. Me gustan tanto sus explicaciones, cuidadas y certeras, con esa calma gigantesca que es imposible no quererle.
Besos,
no subject
Date: 2008-12-19 10:24 pm (UTC)No es ningún secreto que Anna no es santo de mi devoción (pun intended). En el primer episodio me pareció muy sosa y en el segundo la vi arrogante, egoísta y manipuladora. Arrogante porque, para ser alguien que presumía tanto de querer sentir, amar, y todo eso, no demostró ninguna emoción al volver a encontrarse con los que habían sido sus compañeros (sus hermanos) durante milenios. Vale que estuviera disgustada con el jefe, pero eso no significa que también tenga que odiar al resto de la plantilla. Egoísta porque, si realmente era tan buena, en el momento en que supo que los ángeles estaban amenazando a Dean con mandarle de vuelta al infierno, debería haberse entregado. En vez de eso, dejó que él, Sam y Ruby se pusieran en peligro para protegerla. Y manipuladora, por cómo se lleva a Dean al huerto. No sé si te acuerdas de esa escena, cuando ella le dice a Dean que sabe lo que hizo en el infierno porque los ángeles lo comentan, pero no le dice si hablan de ello para bien o para mal. Personalmente, dudo que haya muchos ángeles que se atrevan a cuestionar el criterio de Dios con respecto a Dean (Dios es infalible, es un dogma, e insinuar lo contrario sería una blasfemia grave para un ángel). Pero incluso si hay algunos que estén dispuestos a criticar a Dean (Uriel, probablemente), seguro que hay otros que le defienden. Y me apostaría algo a que Castiel es uno de ellos. ¿Pero Anna le dice eso? No, Anna le deja pensar que todos los ángeles le desprecian, quedando ella como el alma buena y comprensiva que no le juzga. Y ¿qué hace a continuación? Se acuesta con él. Justo cuando le acaba de poner en una situación extremadamente vulnerable. Si viéramos a un hombre manipular así a una mujer para llevársela a la cama, ¿qué pensaríamos de él?
En resumen, que no me gusta. ¿Se ha notado mucho? XD.
La idea de Dean siendo el proyecto personal de Castiel me encanta, no lo puedo evitar.
Un beso enorme.
no subject
Date: 2008-12-19 09:19 pm (UTC)Y segundo, adoro a tu Castiel y adoro la forma que tienes de "arreglarme" la serie. Es que todo lo que contó Anna de los ángeles y Dios... bueno, vale, es una serie de tv y me creo lo que me digan, pero me chirrió bastante, la verdad. Pero, ey, para eso estás tú, para rellenarme los huecos y convertirme una serie genial en una serie perfecta xD Porque absolutamente todo lo que cuentas me encaja a la perfección.
Buenísimo el fic, de veras.
Besos
no subject
Date: 2008-12-19 10:34 pm (UTC)http://www.youtube.com/watch?v=HviiGeYsyyo
Minuto 2:37 aproximadamente.
¿Que yo te "arreglo" la serie? *se pone roja* ¡Muchas gracias, es un piropo precioso! No sé si le doy demasiadas vueltas a los capítulos, pero a veces hay cosas en ellos que me chirrían y no puedo dejarlas quietas. Este episodio en concreto me dejó con un montón de esos chirridos, sobre todo por el concepto de Dios y los ángeles que presentó. Me alegro mucho de haber podido hacerlo más tolerable para ti.
Un millón de gracias.
Besos.
no subject
Date: 2008-12-20 12:20 am (UTC)Tu Castiel debería ser el Castiel canon porque realmente ese ES el personaje que deseo ver en la serie.
Todo el dialogo está desarrollado con tanta coherencia, encaja tan bien con todo lo visto y, a la vez, le da una perspectiva totalmente nueva... Realmente eres unica, me has maquillado una situación que no me gusto nada de tal forma que me resulte consistente con la historia y, a la vez, mantenga mi idea de los angeles, que no se parece en nada a los tiranos que Anna intentaba dibujar en su historia.
Personalmente, Anna esta entre el resultarme indiferente y el caerme ligeramente mal, así que me alegro de que desmontes todo su rollo, pues aunque Uriel podría ser un ejemplo de que lo que dice es verdad, Castiel es todo lo opuesto, asi que por lo que sabemos, ella podría estar siendo muy parcial (creo que ya conté por aqui en algún momento los motivos del sadismo de Uriel y todo ese rollo mental mio).
Bueno, que me voy por las ramas.
Que me encanta el fic, que eres maravillosa escribiendo y que... Ains,tengo unas ganas de que escribas algo de los dos Winchis... Que ganicas de ver a Sam.
Espero que la musca no te abandone en Navidades y sigas haciendonos disfrutar.
Un besote muy grande y, como siempre, felicidades, escritoraza ^^
no subject
Date: 2008-12-20 12:57 am (UTC)La verdad es que escribí esto porque necesitaba reparar en mi cabeza lo que el canon había hecho con mi visión de Dios, de los ángeles en general y de Castiel en particular. Por lo visto no era yo la única que tenía ese problema, así que si a más gente le sirve este fic para lo mismo, entonces objetivo cumplido. Créeme, me hace muy feliz que me digas que ha sido así para ti.
Cuando me contaste lo de Uriel entendí mucho mejor al personaje. Tiene todo el sentido del mundo: si él fue quien tuvo que expulsar a Adán y Eva del paraíso, ¿qué va a pensar de los humanos, aparte de que somos una raza de desagradecidos? Desde su punto de vista, Dios nos concedió algo maravilloso y nosotros lo rechazamos por no querer cumplir una cochina norma... Es lógico que el hombre esté indignado. Entre eso y la voz de Robert Wisdom, tengo que admitir que Uriel se está convirtiendo en la clase de personaje al que me encanta odiar.
Y por la musa no te preocupes, que la tengo sobornada con chocolate y no se va de mi casa. Lo único que me falta es tiempo, pero inspiración tengo por todas partes. Sam estará muy presente en el próximo, lo prometo.
¡Besos! Y muchas gracias por todo.
no subject
Date: 2008-12-20 04:44 am (UTC)- Está bien, admito que es un trabajo importante- dijo-. Pero ¿realmente es tan horrible que ella quisiera algo más? ¿Es un crimen que deseara vivir, sentir, pensar por su cuenta, hacer algo que no fuera matar demonios y obedecer órdenes? Porque, tengo que decírtelo, yo la entiendo muy bien.
- Sin embargo, tú no has abandonado tu misión- señaló Castiel.
- Ya, bueno, ganas no me han faltado- respondió Dean con un resoplido.
Ésta parte me parece que pone en claro el porqué Dean se merece estar fuera del infierno. Él no es un ser especial como Anna, que era un ángel, pero es un millón de veces mejor que ella.
Me encanta cómo fluye la historia, los argumentos que utiliza Castiel para demostrarle a Dean que el mundo tiene infinidad de matices grisis, no sólo el blanco y negro que, a veces, se empeña en ver.
Y lo más importante, que Cas sigue cuidando de Dean, no sólo físicamente sino mental y espirituamente.
Un gran fic que muestra al Castiel que queremos ver en un futuro dentro de nuestra serie.
Un abrazo y bonito día.
no subject
Date: 2008-12-20 11:54 am (UTC)Cuánta razón tienes al decir que Dean es infinitamente mejor que Anna. Es como tú dices, él es sólo un ser humano sin grandes poderes, pero lucha con todo lo que tiene por ayudar. Totalmente merecía que le rescataran del infierno.
¡Qué bien que también te haya gustado Castiel en esta historia! A mí me gusta pensar que realmente cuida de Dean, que aunque en principio sus órdenes fueran simplemente sacarle del infierno y servirle un poco de guía, poco a poco ha ido apreciándole a medida que le conoce mejor, y que ahora le ayuda también porque le importa. Para mí la interacción entre Castiel y Dean es uno de los grandes alicientes de esta temporada. Creo que tiene todo el potencial para convertirse en una amistad muy sólida (o en una OTP preciosa, aunque nunca será canon).
Muchas gracias otra vez. ¡Besos!
no subject
Date: 2008-12-20 05:59 pm (UTC)Peroooo.... Siempre hay un pero, no creo que Anna sea así como la describistes. No voy a criticar tu fic, ni tus gustos, al contrario he AMADO tu fic. Simplemente que no comparto tu idea sobre la ángelita caida, para mi es un personaje con mucho potencia. Errores y fallas, pero una personalidad que hay que explotar.
Dejando el tema de Anna a un lado, y regresando al fic. Lo AME (te lo habia dicho?) los argumentos que le da Castiel a Dean, demostrandole que no existe un bien absoluto ni mucho menos un mal. La forma en que los ángeles buscaban salvar a Anna, matandola para que ella se reencontrara con su familia en el cielo. Y por supuesto, ese asomo que nos diste sobre los puntos debiles de Cas, pues él tambien quizo ceder y dejarse caer, aunque luego cambiara de parecer. Realmente ame todo eso....
Realmente me ha gustado mucho, besitos :***
PD: Y no me odies por querer a anna ;)
no subject
Date: 2008-12-21 10:03 am (UTC)Por eso puse la advertencia, porque entiendo que si a alguien le gusta un personaje no le hará gracia verlo criticado en un fic. Y por eso también valoro mucho más que hayas leído el relato y te haya gustado (salvando esa parte). Muchísimas gracias, en serio.
Sólo espero que no pienses que soy una de esas fans medio histéricas que odian a todos los personajes femeninos por principio. Te prometo que no lo soy. Me encantan la mayoría de los personajes femeninos que ha habido en la serie. Lo que me pasa con Anna es que presentó una visión de Dios, los ángeles y el cielo que rompe con todo lo que yo he creído siempre, y me dejó muy descorazonada. Eso y que abrió una brecha en la frágil confianza que Dean le tenía a Castiel, y lo sentí porque creo que Dean necesita apoyarse en él (además de en Sam) para poder hacerle frente a lo que le viene encima. A partir de ahí, supongo que me resulta más fácil encontrarle a Anna todo tipo de defectos.
Muchas gracias por leer y dejarme tu opinión, de verdad. Me alegro mucho de que te gustara el fic.
Besos.
no subject
Date: 2008-12-22 06:46 pm (UTC)Ahora que he leído tu fic, veo que no sólo a mi me dió un gancho al hígado el trabajo de desacreditar la labor angélica y divina por parte de los guionistas de la serie. Te agradezco mucho, pero mucho, que hayas compartido esta historia.
Tengo una teoría similar con Anna, y con Castiel, aunque aun estoy con todas mis malas caras por ver que a Uriel lo ponen como un bastardo insensible y malhablado. Por todos los cielos, por más que tengan una labor de 'especialistas', ningún ángel puede ni debe blasfemar como lo hace este. Menos aun contra los humanos. Se supone que nosotros somos 'su trabajo', y por ello no debe ni pensar en maldecir XS
Bueno, volviendo al fic.
Es verdad, un ángel puede opinar, decidir, mostrar ciertos sentimientos desconocidos al género humano, porque dentro de una guerra debe haber sentimientos para generar convicciones. Creo que esa es una enorme falla de aquellos que sólo están haciendo historia, sin mencionar profundidad en los personajes. En fin.
Ahora, mi reacción hacia algunos: Anna... me fastidió por miles su actitud, y también me di cuenta de la enorme manipulación a la que somete a Dean. Hasta el último momento, caray. ¿perdonarlo por algo que era lo correcto? ¿qué le pasa?
En fin, mi despotrique creo que tengo que guardarlo para los reviews de la serie. ^_^ Sorry.
Del fic, me fascinó que volvieras a poner el recordatorio hacia Dean en labios de Castiel:
- ¿Qué quieres decir?
- Lee la Biblia, Dean...
Eso, desde el primer capítulo que vi a Cas, para mi fue lo más acertado que pudieron hacer en la serie. Tú lo has convertido ahora en fic-canon. Es genial.
Gracias por la historia. ^^ Un abrazo
no subject
Date: 2008-12-22 08:39 pm (UTC)A mí también me costó mucho al principio aceptar la caracterización de Uriel, la veía muy exagerada. Luego
Lo de que los ángeles no tengan ningún sentimiento, simplemente no me lo creo. Por muy canon que sea, para mí es cuestión de la palabra de Anna contra las diez mil emociones que le cruzan a Castiel por la cara en cada capítulo, o contra el odio manifiesto de Uriel (que también es un sentimiento, al fin y al cabo). Así que no le hago caso. Y cuando Castiel le dice a Dean que lea la Biblia, aparte de por rememorar la conversación del 4x02, también lo puse por un post que leí acerca de los ángeles y las emociones (te pondría el enlace, pero la chica ha dado de baja el blog), en el que se incluían varias citas bíblicas para apoyar la teoría de que los ángeles sí que sienten.
Hasta el último momento, caray. ¿perdonarlo por algo que era lo correcto? ¿qué le pasa?
¡Es verdad! Si hubiera dicho "no te culpo" o "lo entiendo", vale, pero ¿perdonarle? ¡Si le habían puesto entre la espada y la pared, al pobre! Creo que le dieron esa frase a Anna para que vieramos lo generosa que es, y para mi gusto quedó de lo más condescendiente.
Por cierto, aquí tienes entera libertad para despotricar en los comments. Como ves, yo también lo hago a menudo :p
¡Besos!
^^
Date: 2009-02-14 02:13 am (UTC)La cosa es que Cas tampoco era santo de mi devoción (o ángel?) hasta precisamente ese chap donde muestra un poco del estereotipo que es un ángel en realidad (el de tú foto)
Cas me agrada por su enigmática personalidad y a pesar de que no me va mucho con Dean, creo que me empieza a gustar un poco más.
Excelente historia, gracias por rehibindicar un poco la imagen tan manchada de los ángeles^^
KLF
Re: ^^
Date: 2009-02-14 03:06 am (UTC)Besos.