Sobre libros y personajes

[apocrypha73]

Estoy leyéndome de nuevo las Crónicas de la Dragonlance. Es algo que me gusta hacer de vez en cuando, repasar viejos libros que leí hace tiempo y que me llegaron de manera especial. Con el tiempo, muchos detalles se olvidan, y repasar esas páginas me permite volver a vivir esas historias que me emocionaron tanto, casi como si fueran nuevas. Pero sobre todo, me permite reencontrarme con personajes a los que les tengo verdadero cariño, casi como si fueran viejos amigos de verdad. 
He llegado a la conclusión de que el motivo de que un libro en particular te cale un poco más hondo de los demás está en sus personajes. Si están bien definidos, bien construidos, pueden saltar de las páginas hasta tu mente y tomar vida propia de un modo que nunca podría suceder con una película. Sí, en el cine también he conocido muchos personajes a los que adoro, pero nunca los he sentido tan vivos como los de un libro.
A lo que iba. El punto fuerte de la saga Dragonlance es precisamente ése: los personajes. Te puede gustar más o menos la fantasía, las historias épicas y demás, pero es muy difícil no engancharte con unos protagonistas tan complejos y tan reales. Aquí no encontrarás héroes perfectos, sino un puñado de seres con tantos defectos como virtudes, y que se pasan más tiempo discutiendo entre ellos que salvando el mundo.
Y de ese puñado de seres tan diferentes entre sí, hay uno al que le tengo más cariño que a los demás. Uno que es, precisamente, el que hace que de vez en cuando me apetezca repasar estos libros para volver a encontrarme con él:

En cuanto empiezas a leer las “Crónicas”, Tanis resulta fascinante, al menos para mí. Dentro de una historia donde todos los personajes están maravillosamente escritos, él es uno de los más ricos en matices.

Resulta bastante curioso, a priori, que sea el líder del conjunto de héroes que protagonizan esta historia. Tanis no es el mayor del grupo, ni el más inteligente, ni el mejor luchador, ni el de linaje más noble. Pero tiene una buena ración de todas esas virtudes, además de un corazón más grande que el continente por el que se mueven, y una fortaleza interior que no podrían igualar todos los demás juntos. Es el líder no porque él haya buscado ese puesto, sino porque los otros le siguen, simplemente. Y a pesar de tener una historia personal que traumatizaría a cualquiera, Tanis es capaz de dejar a un lado sus propios problemas para intentar cumplir lo mejor posible con lo que sus amigos esperan de él.

La historia y la personalidad de Tanis Semielfo están marcadas por el hecho de ser mestizo en un mundo donde las razas no se mezclan nunca, o lo hacen muy raramente. Nunca ha tenido una verdadera familia: su padre fue un salteador de caminos humano que violó a su madre elfa y mató al marido de ésta, que para colmo era hermano del Orador de los Soles de Qualinesti, o sea, algo así como el rey de ese país elfo. La madre de Tanis murió en el parto, y a él lo acogió el Orador como una especie de ahijado.

Hay que decir que los elfos de la Dragonlance no son como esos elfos puros, nobles, infinitamente sabios y perfectos de Tolkien. Aquí son unos seres que, de tanto vivir aislados diciéndose a sí mismos lo superiores que son a todas las demás razas, han terminado convirtiéndose en un grupo de engreídos insoportables.

Y ahí es donde tiene que criarse este huérfano mestizo, en medio de una sociedad elitista, soberbia y cerrada, donde todos saben cuáles fueron las circunstancias de su nacimiento. Pero no sólo eso, sino que para colmo tiene que crecer entre la aristocracia de esa sociedad elitista, en la casa real. Los snobs dentro de los snobs. Su infancia y juventud no debieron de ser muy agradables que digamos, no es de extrañar que estuviera deseando marcharse de allí.

Pero tampoco parece que fuera de Qualinesti tuviera una acogida mucho mejor. Para los elfos era un medio humano, y para los humanos es un medio elfo.

A pesar de todo esto, Tanis no vive arrastrando una carga de rencor acumulado, lo cual ya dice mucho de la fuerza de su carácter. Está lleno de bondad, pero no en el sentido de que sea un santo, o una de esas personas tan pacíficas que rozan la cobardía. Tanis sabe defenderse cuando es necesario, y sobre todo, cuando se trata de defender a alguien a quien quiere. Y a sus amigos los quiere con todas sus fuerzas. Es un magnífico guerrero, pero odia matar y jamás provoca una pelea. Y, como los auténticos héroes, es capaz de luchar por el bien de personas a las que ni siquiera conoce, o que incluso le han rechazado abiertamente, sólo porque es lo correcto. Aunque esto no significa que sea un idealista: al contrario, tiene los pies muy bien puestos sobre la tierra.

Claro que no está libre de defectos, como todos los personajes de la Dragonlance. Tiene un montón de inseguridades, lógicas por otra parte, que le atormentan constantemente. Su mayor temor es tomar una mala decisión que provoque la muerte de alguno de sus amigos, y a veces ese miedo le paraliza. Como es de esperar, también tiene sus momentos de flaqueza, momentos en los que se harta de cargar con la responsabilidad de ser líder, en los que sólo quiere que lo dejen en paz. Y por otra parte, él mismo no logra decidirse entre su naturaleza élfica y humana. O mejor dicho, comete el error de querer definirse como una de las dos cosas, en vez de aceptar que simplemente no es ni lo uno ni lo otro, que él es sólo Tanis. Su confusión se refleja en la indecisión que le impide elegir entre los dos grandes amores de su vida, elfa una, humana la otra.

Al mismo tiempo, sus inseguridades le proporcionan una cualidad fundamental para ser un buen líder, y es la humildad necesaria para cuestionarse a sí mismo a cada paso. En este sentido me recuerda mucho a Obi-Wan Kenobi, otro de mis personajes favoritos de todos los tiempos, del que ya hablaré otro día.
¿No son suficientes razones para quererle? Pues entonces añadid ésta: imaginad un hombre que combina la belleza de un elfo con la constitución musculosa de un humano. Y además es pelirrojo. Y lleva barba y el pelo largo. ¿Qué más se puede pedir?

Comments

[m-enia.livejournal.com]

Creo que lo que hace memorable a un personaje, lo que nos lleva a quererlo, imaginarlo, volverlo real, es que podemos reconocer lo humano dentro de ellos.
O sea que podemos reconocernos en ellos.
En sus defectos, en sus virtudes. No tanto como lo que somos como en la posibilidad de ser, en el deseo de ser, en el deseo de no serlo.
A veces nos resulta tremendamente sencillo mirarnos en ellos. A veces nos resulta más sencillo admirarlo por su grandeza y amigarnos con ellos porque no son perfectos.
Los personajes perfectos no son tan sencillos de adoptar porque están muy lejos, sin inalcanzables.
Los personajes humanos están ahí, a un paso en nuestra mente. Puede ser cualquiera. Podemos ser nosotros. Pero con versión mejorada.
¡Tengo que leer esos libros!
Y en respuesta a tu pregunta, te diré que lo que se puede pedir es que este chiquito, exista. Y viva a la vuelta de mi casa.
Besos.

[apocrypha73.livejournal.com]

¡Ay, chica! Desde luego que a veces una desearía que ciertos personajes de ficción fuesen reales. Pero vamos, que en la vida real también hay hombres así, o por lo menos parecidos. Y llegan cuando tienen que llegar. Generalmente, cuando menos te lo esperas.
En cuanto a lo de leerte los libros, me parece una magnífica idea, creo que te encantarán. A lo mejor puedo ayudarte un poco a obtenerlos, lo consultaré con las mari vamps del grupo, a ver qué me dicen.
Un abrazo.

LAURA!

[(Anonymous)]

Jooo acabo de aterrizar en tu blog, y es la primera vez que veo a alguien del LJ hablar de Crónicas de la Dragonlance!! Y tienes razón, releer es bueno, en cuanto llegue a casa pienso empezarlo otra vez, xq me he dado cuenta de que me acuerdo de la historia en general pero no todo lo que pasa.

Hasta otra!!

Re: LAURA!

[apocrypha73.livejournal.com]

Hola, ¿qué tal? Encantadísima de que hayas aterrizado aquí, y espero que vuelvas cada vez que te apetezca.
¿En serio que nadie habla de la Dragonlance en el LJ? Qué raro, yo creía que con la cantidad de gente que es fan de esos libros, se notaría también por aquí. Supongo a lo mejor no hay muchas mujeres que hayan leído las Crónicas (no sé por qué, la verdad), y todas sabemos que las que escriben en LJ son mayoritariamente mujeres.
Pues siendo así, es una suerte haber dado contigo. Por lo menos ya somos dos. Yo por mi parte estoy intentado meter a otras dos amigas mías en el mismo vicio, a ver si tengo suerte.
Saludos.