Los diálogos no tienen precio. Sobre todo esa primera escena, ni te cuento lo que me reí. O si no, con la parte del quirófano. De esa escena, por cierto, Misha comentó en no sé qué entrevista que aunque su trabajo era simplemente estar tumbado en la camilla, le daban tales ataques de risa que no paraba de interrumpir el rodaje. ¡No es para menos!
no subject
Date: 2009-03-30 10:43 pm (UTC)Un besote.