Comentario del capítulo de SPN
Feb. 6th, 2009 06:05 pm![[personal profile]](https://www.dreamwidth.org/img/silk/identity/user.png)
Lo acabo de ver, y además sólo una vez, así que es más que probable que el comentario no sea ni muy coherente ni muy completo, pero allá va de todos modos:
Creo que, oficialmente, éste es el capítulo que más me ha hecho sufrir desde No Rest For The Wicked. Me ha dolido de verdad, y eso sólo indica lo maravillosamente bien hecho que está. Pero ha sido duro, muy duro ver a Dean y a Sam tan distanciados, enfrentándose de esa manera.
Pero mejor dejo eso para más adelante y empiezo por todas las cosas maravillosas que ha tenido el capítulo, y han sido muchas.
- ¡¡¡¡Bobby is back!!!! ¡Cocinando con la gorra puesta y un delantal que dice "kiss the cook" (OMG, si nadie le besa lo hago yo)! ¡Los letreros en los teléfonos! ¡Sirviendo de tapadera a los Winchester! Bobby, eres mi héroe. Te echaba de menos.
- La doctora me gustó mucho. Es una lástima que cada vez que encuentran a una mujer con ese encanto y que realmente tiene química con uno de los chicos, sea para papeles esporádicos (excepción hecha con Genevieve Cortese, afortunadamente; sí, Katie tenía el encanto, pero no la química). Su rollete con Sam para mí no estuvo OOC. Lo habría sido en las dos primeras temporadas, tal vez, pero ya no. Creo que está claro que Sam ya no es el mismo de entonces. Y no me refiero a que se esté corrompiendo ni nada de eso, sino al desencanto que arrastra por culpa de la vida que lleva. Antes tenía la esperanza de volver a una vida normal, encontrar una chica, enamorarse y vivir felices para siempre. Pero ahora siente que ese felices para siempre está fuera de su alcance, al menos mientras los demonios sigan empeñados en no dejarle en paz. Ahora mismo, lo único que tiene es la posibilidad de un poco de placer de vez en cuando. ¿Por qué renunciar a él? Y bueno, la verdad, cualquier excusa para sacar en pantalla la espalda del Padalecki es buena para mí. Aunque no me importaría que la próxima vez saliera de frente, ya puestos.
- Aunque vale, sí, me da un poco de pena por Ruby (porque, admitámoslo, ella sí que está bastante colada por él), pero ya sabíamos que Sam no tenía una "relación" con ella en ese sentido. Pero en fin, eso deja más hueco para shippear a Ruby con otros personajes. No hay mal que por bien no venga.
- El "sireno" estuvo genial, hay que reconocerlo. Hasta yo estaba empezando a encontrarle atractivo, LOL.
- Bobby salvando a los dos al final fue una pequeña decepción, lo admito. No por él, que siempre es maravilloso, sino porque yo quería que el cariño que se tienen Dean y Sam fuera más fuerte que el hechizo. Esperaba que al mirar a Sam a los ojos, Dean fuera incapaz de descargar el golpe con el hacha. Incluso que le diera el hachazo a Nick. O por lo menos, que dudara, que tuviera que luchar consigo mismo. No fue así, y es una lástima.
- Al final este episodio no ha canonizado el wincesto, como medio fandom se temía y el otro medio esperaba, pero sí que ha canonizado otra cosa igual de importante, al menos para mí. Y es que Dean no podrá nunca sentir por nadie algo tan inmenso como lo que siente por su hermano.
Me explico: la sirena iba buscando devoción absoluta, el amor más grande que una persona fuera capaz de darle. En la mayoría de los casos, ese amor se traducía en amor de pareja, pero no con Dean. Con Dean, la sirena se convierte en un sustituto de su hermano.
Dean y Sam crecieron yendo de un lado para otro con su padre, sin poder echar raíces ni formar vínculos afectivos con nadie fuera de su pequeño núcleo familiar. Pero a diferencia de Sam, que siempre tuvo claro que quería otra cosa, Dean lo asimiló, igual que asimiló todas las otras cosas que su padre le impuso. Por eso, cada vez que una relación comenzaba a ser demasiado importante, Dean consciente o inconscientemente la saboteaba (el caso de Amanda en el 4x13). Incluso cuando se enamoró de Cassie, no intentó dejar la caza para quedarse con ella, sino que le contó la verdad (sabiendo, probablemente, que la reacción de ella no podía ser muy buena). Así es como ha crecido Dean, aferrándose a su familia y dejando fuera todo lo demás, sin permitir que nadie se acerque. No es extraño que tuviera esa dependencia de Sam y de John que mostró en la primera temporada. Es que no tiene absolutamente nada más, ni esperanzas de llegar a tenerlo algún día. La única excepción a esa norma es Bobby, pero él también es un cazador y, en cierto modo, es parte de la familia.
Así que, en ese sentido, para Dean el amor de su vida es Sam. Igual que, por ejemplo, para mí son mis hijos. Sí, a mi marido le quiero con locura, pero si me preguntaran por quién mataría sin pensármelo, la primera respuesta es ellos dos. Por delante de todo lo demás y con diferencia.
Creo que Sam quiere a Dean del mismo modo, ojo. Antes lo he dicho, Sam tenía sus sueños de llevar una vida normal pero ya hace tiempo que perdió esa esperanza. Ahora mismo sus sueños van más en la línea de lo que dijo en el 4x12: envejecer en paz, pero con su hermano. Después de todo lo que han pasado juntos, ya no es posible que ninguno de los dos esté completo sin el otro.
Y por eso me ha dolido tanto, tantísimo este capítulo. Porque los he visto distanciados, porque las cosas que se dijeron bajo el influjo del hechizo, por mucho que ambos lo nieguen, los dos las sentían. Y las llevan sintiendo ya un tiempo. He visto a Dean sufrir porque su hermano pequeño, el que siempre ha tratado de proteger, se le está escapando de las manos. Y he visto a Sam borracho de su propio poder, y me ha dado miedo. Creo que incluso a él le ha dado miedo. No sé cómo van a arreglar esto, no lo sé. Lo único que tengo claro es que ésta va a ser la más intensa y magnífica temporada de todas, y que vamos a sufrir muchísimo.
Creo que, oficialmente, éste es el capítulo que más me ha hecho sufrir desde No Rest For The Wicked. Me ha dolido de verdad, y eso sólo indica lo maravillosamente bien hecho que está. Pero ha sido duro, muy duro ver a Dean y a Sam tan distanciados, enfrentándose de esa manera.
Pero mejor dejo eso para más adelante y empiezo por todas las cosas maravillosas que ha tenido el capítulo, y han sido muchas.
- ¡¡¡¡Bobby is back!!!! ¡Cocinando con la gorra puesta y un delantal que dice "kiss the cook" (OMG, si nadie le besa lo hago yo)! ¡Los letreros en los teléfonos! ¡Sirviendo de tapadera a los Winchester! Bobby, eres mi héroe. Te echaba de menos.
- La doctora me gustó mucho. Es una lástima que cada vez que encuentran a una mujer con ese encanto y que realmente tiene química con uno de los chicos, sea para papeles esporádicos (excepción hecha con Genevieve Cortese, afortunadamente; sí, Katie tenía el encanto, pero no la química). Su rollete con Sam para mí no estuvo OOC. Lo habría sido en las dos primeras temporadas, tal vez, pero ya no. Creo que está claro que Sam ya no es el mismo de entonces. Y no me refiero a que se esté corrompiendo ni nada de eso, sino al desencanto que arrastra por culpa de la vida que lleva. Antes tenía la esperanza de volver a una vida normal, encontrar una chica, enamorarse y vivir felices para siempre. Pero ahora siente que ese felices para siempre está fuera de su alcance, al menos mientras los demonios sigan empeñados en no dejarle en paz. Ahora mismo, lo único que tiene es la posibilidad de un poco de placer de vez en cuando. ¿Por qué renunciar a él? Y bueno, la verdad, cualquier excusa para sacar en pantalla la espalda del Padalecki es buena para mí. Aunque no me importaría que la próxima vez saliera de frente, ya puestos.
- Aunque vale, sí, me da un poco de pena por Ruby (porque, admitámoslo, ella sí que está bastante colada por él), pero ya sabíamos que Sam no tenía una "relación" con ella en ese sentido. Pero en fin, eso deja más hueco para shippear a Ruby con otros personajes. No hay mal que por bien no venga.
- El "sireno" estuvo genial, hay que reconocerlo. Hasta yo estaba empezando a encontrarle atractivo, LOL.
- Bobby salvando a los dos al final fue una pequeña decepción, lo admito. No por él, que siempre es maravilloso, sino porque yo quería que el cariño que se tienen Dean y Sam fuera más fuerte que el hechizo. Esperaba que al mirar a Sam a los ojos, Dean fuera incapaz de descargar el golpe con el hacha. Incluso que le diera el hachazo a Nick. O por lo menos, que dudara, que tuviera que luchar consigo mismo. No fue así, y es una lástima.
- Al final este episodio no ha canonizado el wincesto, como medio fandom se temía y el otro medio esperaba, pero sí que ha canonizado otra cosa igual de importante, al menos para mí. Y es que Dean no podrá nunca sentir por nadie algo tan inmenso como lo que siente por su hermano.
Me explico: la sirena iba buscando devoción absoluta, el amor más grande que una persona fuera capaz de darle. En la mayoría de los casos, ese amor se traducía en amor de pareja, pero no con Dean. Con Dean, la sirena se convierte en un sustituto de su hermano.
Dean y Sam crecieron yendo de un lado para otro con su padre, sin poder echar raíces ni formar vínculos afectivos con nadie fuera de su pequeño núcleo familiar. Pero a diferencia de Sam, que siempre tuvo claro que quería otra cosa, Dean lo asimiló, igual que asimiló todas las otras cosas que su padre le impuso. Por eso, cada vez que una relación comenzaba a ser demasiado importante, Dean consciente o inconscientemente la saboteaba (el caso de Amanda en el 4x13). Incluso cuando se enamoró de Cassie, no intentó dejar la caza para quedarse con ella, sino que le contó la verdad (sabiendo, probablemente, que la reacción de ella no podía ser muy buena). Así es como ha crecido Dean, aferrándose a su familia y dejando fuera todo lo demás, sin permitir que nadie se acerque. No es extraño que tuviera esa dependencia de Sam y de John que mostró en la primera temporada. Es que no tiene absolutamente nada más, ni esperanzas de llegar a tenerlo algún día. La única excepción a esa norma es Bobby, pero él también es un cazador y, en cierto modo, es parte de la familia.
Así que, en ese sentido, para Dean el amor de su vida es Sam. Igual que, por ejemplo, para mí son mis hijos. Sí, a mi marido le quiero con locura, pero si me preguntaran por quién mataría sin pensármelo, la primera respuesta es ellos dos. Por delante de todo lo demás y con diferencia.
Creo que Sam quiere a Dean del mismo modo, ojo. Antes lo he dicho, Sam tenía sus sueños de llevar una vida normal pero ya hace tiempo que perdió esa esperanza. Ahora mismo sus sueños van más en la línea de lo que dijo en el 4x12: envejecer en paz, pero con su hermano. Después de todo lo que han pasado juntos, ya no es posible que ninguno de los dos esté completo sin el otro.
Y por eso me ha dolido tanto, tantísimo este capítulo. Porque los he visto distanciados, porque las cosas que se dijeron bajo el influjo del hechizo, por mucho que ambos lo nieguen, los dos las sentían. Y las llevan sintiendo ya un tiempo. He visto a Dean sufrir porque su hermano pequeño, el que siempre ha tratado de proteger, se le está escapando de las manos. Y he visto a Sam borracho de su propio poder, y me ha dado miedo. Creo que incluso a él le ha dado miedo. No sé cómo van a arreglar esto, no lo sé. Lo único que tengo claro es que ésta va a ser la más intensa y magnífica temporada de todas, y que vamos a sufrir muchísimo.