Vale que últimamente no tengo tiempo ni para depilarme las cejas, lo que se demuestra por el hecho de que estoy actualizando a las dos de la madrugada, pero es que ya iba siendo hora de dejarme caer por aquí. Que a mi última entrada ya había que hacerle la prueba del carbono 14 para ver de cuándo era.
Pues sí, ya llevo dos semanas fuera de las listas del paro. Creo que más o menos todas sabéis lo que es eso de adaptarse a un nuevo empleo, así que no creo que os llame la atención que haya estado MIA todo este tiempo. Lo que parece increíble es que un trabajillo a tiempo parcial de cinco horillas de nada logre consumirme tanta energía. Supongo que cuando por fin nos traslademos a la tienda de Puerto Real la cosa mejorará bastante, porque el hecho de no tener que ir a Jerez cada día me ahorarrá toda una hora de camino entre la ida y la vuelta.
Por lo demás, estoy encantada de la vida. El ambiente de trabajo allí es bastante agradable, me estoy encontrando con gente de lo más amable y tengo la impresión de que no voy a tener ocasión de aburrirme. O sea, que lo de actualizar desde la ofi, nothing de nothing. Además, ni siquiera sé si el ordenador que voy a usar tendrá conexión a internet, porque creo que no la necesitan demasiado. Tienen una red interna que es enorme que te cagas, y para mí que fuera de ella no hay ningún dato que pueda resultar útil para el trabajo diario.
Ahora estoy en periodo de formación, lo cual significa que voy a estar pululando por varios departamentos durante unos dos meses aproximadamente. Me han hecho empezar por la caja, porque ya que mi función principal va a tener que ver con todo el papeleo que generan las ventas, querían que supiera de dónde salen esos papeles. Así que allí estuve, y os prometo que ahora siento mucho más respeto por el oficio de cajera. Entre la responsabilidad que supone estar manejando dinero de la empresa y el aguante que hay que tener para estar de cara al público, os prometo que es un trabajo la mar de jodido. Así que imaginaos mi cara de pánico cuando me dijeron que tenía que estar un día cobrando en caja yo solita. Pero lo hice, y lo asombroso es que sólo descuadré un euro. En cualquier caso, me alegro muchísimo de haber terminado esa etapa de mi formación. Ah, pero la semana que viene llega lo mejor: inventario. ::: Insertar aquí un ¡chan chan! de película de miedo:::
Pero no sufráis por mí. Ea, para que veáis que mi vida no se ha reducido a trabajar, limpiar y caer exhausta en la cama a las once de la noche, os cuento que estoy viendo por fin la segunda temporada de Perdidos y tengo que decir que a) no me está resultando tan aburrida como me temía que iba a ser, aunque sí que me cabrea un poco que sigan abriendo líneas argumentales sin cerrar ninguna de las anteriores, y b) Sayid sigue siendo el que está más bueno de todos, y además es el único personaje que me cae realmente bien.
Besitos a diestro y siniestro. Ahora sí que me voy a la cama, a caerme exhausta sobre ella, pero ¡hey! No son las once.
Pues sí, ya llevo dos semanas fuera de las listas del paro. Creo que más o menos todas sabéis lo que es eso de adaptarse a un nuevo empleo, así que no creo que os llame la atención que haya estado MIA todo este tiempo. Lo que parece increíble es que un trabajillo a tiempo parcial de cinco horillas de nada logre consumirme tanta energía. Supongo que cuando por fin nos traslademos a la tienda de Puerto Real la cosa mejorará bastante, porque el hecho de no tener que ir a Jerez cada día me ahorarrá toda una hora de camino entre la ida y la vuelta.
Por lo demás, estoy encantada de la vida. El ambiente de trabajo allí es bastante agradable, me estoy encontrando con gente de lo más amable y tengo la impresión de que no voy a tener ocasión de aburrirme. O sea, que lo de actualizar desde la ofi, nothing de nothing. Además, ni siquiera sé si el ordenador que voy a usar tendrá conexión a internet, porque creo que no la necesitan demasiado. Tienen una red interna que es enorme que te cagas, y para mí que fuera de ella no hay ningún dato que pueda resultar útil para el trabajo diario.
Ahora estoy en periodo de formación, lo cual significa que voy a estar pululando por varios departamentos durante unos dos meses aproximadamente. Me han hecho empezar por la caja, porque ya que mi función principal va a tener que ver con todo el papeleo que generan las ventas, querían que supiera de dónde salen esos papeles. Así que allí estuve, y os prometo que ahora siento mucho más respeto por el oficio de cajera. Entre la responsabilidad que supone estar manejando dinero de la empresa y el aguante que hay que tener para estar de cara al público, os prometo que es un trabajo la mar de jodido. Así que imaginaos mi cara de pánico cuando me dijeron que tenía que estar un día cobrando en caja yo solita. Pero lo hice, y lo asombroso es que sólo descuadré un euro. En cualquier caso, me alegro muchísimo de haber terminado esa etapa de mi formación. Ah, pero la semana que viene llega lo mejor: inventario. ::: Insertar aquí un ¡chan chan! de película de miedo:::
Pero no sufráis por mí. Ea, para que veáis que mi vida no se ha reducido a trabajar, limpiar y caer exhausta en la cama a las once de la noche, os cuento que estoy viendo por fin la segunda temporada de Perdidos y tengo que decir que a) no me está resultando tan aburrida como me temía que iba a ser, aunque sí que me cabrea un poco que sigan abriendo líneas argumentales sin cerrar ninguna de las anteriores, y b) Sayid sigue siendo el que está más bueno de todos, y además es el único personaje que me cae realmente bien.
Besitos a diestro y siniestro. Ahora sí que me voy a la cama, a caerme exhausta sobre ella, pero ¡hey! No son las once.